Hoy le dedico esta entrada de blog a la mujer más importante de mi vida hoy y siempre... Mi madre. Ya que si no fuera por ella yo no tendría tantos conocimientos culinarios. Gracias a que ella me dejaba meterme en la cocina con apenas 10 años para practicar los inventos de sabores que rondaban mi cabeza, porque me dejaba cocinar platos sencillos, como unos macarrones boloñesa, ensaladas, postres....Yo la ayudaba a ella, y ella sin saberlo, me estaba formando en esta profesión que es mi vocación desde niña... Sé que nací para esto. Gracias Mamá.
(Esta no es la receta original de las empanadas mallorquinas, pero así son como las hace mi madre y como a mi me ha enseñado.... Y están riquísimas)
El origen de estas empanadas viene de muchos años atrás. Se conoce que ya se cocinaban empanadas en la edad media, pues era un buen método para llevarles comida a los agricultores que trabajaban en el campo. Estas empanadas son típicas de pascua, aunque ahora se pueden disfrutar de ellas todo el año. Las puedes encontrar fácilmente en cualquier panadería de la isla.
Según la leyenda que me han contado desde niña. Se dice que encerraron a un padre y a un hijo en el castillo de Alaró (Mallorca). La madre siempre que podía les llevaba una cesta llena de empanadas, donde en la última empanada de la cesta se escondía una llave...Cuando la mujer pasaba por los guardias estos la paraban, evidentemente, cogían las primeras empanadas de la cesta, se las comían y veían que estaban buenas, y que no había ningún peligro. Así que la dejaban pasar con el resto de empanadas para su marido y su hijo, sin darse cuenta que en la última empanada se encontraba la llave que podía darles la libertad.
Ingredientes: para unas 15 ó 16 empanadas.
- 150g de manteca de cerdo
- 1 kilo de harina para empanadas
- 1 taza de aceite
- una pizca de sal
- 1 botellín de cerveza
- 1 kilo de carne magra de cerdo
- un trozo de unos 300g de sobrasada (llonganissa)
Comenzamos:
-Para hacer la masa de empanadas pondremos en un cuenco grande el botellín de cerveza, con la taza de aceite la manteca de cerdo ablandada, una pizca de sal. Incorporamos la harina poco a poco y vamos mezclando y amasando con las manos hasta que se nos despegue la masa de los dedos. (emplearemos la harina que sea necesaria para conseguir una masa homogénea)

Una vez amasada, la dejaremos reposar mínimo media hora, tapada con un paño limpio.
Mientras tanto cortamos la carne en trocitos y salpimentamos.
Ahora las dejamos reposar un poquito... y disfrutamos de ellas aún templaditas...